Olympia cumplió su sueño al pisar la Coliseo.

Fotos: Pablo Lozano.

(KSM) La gladiadora Olympia continúa disfrutando el haber cumplido uno de sus mayores sueños deportivos, el poderse presentar en la Arena Coliseo de la Ciudad de México, ya como parte de las amazonas del Consejo Mundial de Lucha Libre, un momento lleno de emociones, antes, durante y después de la lucha.

“Primero que nada, agradecida con la oportunidad, el simple hecho de estar ahí sientes el corazón latiendo al mil, y cuando sales y la gente te recibe, con un calor tan bonito, puedes explayarte un poquito más, siempre los nervios de algo desconocido, no demerito otros lugares donde me he presentado, pero pisar una casa del Consejo Mundial, es una sensación muy especial, contenta de estar junto a mi hermana y la señora Tiffany”, describió Olympia.

Lo vivido el pasado sábado fue algo muy especial, “esta vez no estábamos ansiosas por ver a mi hermano o a mi padre, ahora fue al revés, son cuestiones en las que cambian los papeles, los nervios estaban al mil, la verdad no pudimos dormir, también entrené ese día, teníamos que hacer nuestras actividades normales, cambiamos papeles con mi hermano y con mi papá, pero lo disfrutamos”.

Antes de salir a la Arena, recuerda lo que le dijo su padre, “no es alguien que se exprese mucho, es una persona muy directa, nos dijo, no vas a hacer otra cosa que para lo que has entrenado tanto tiempo, disfrútalo, es tu trabajo, fue breve, pero conciso”. 

Olympia le agradece a Tiffany el gran apoyo que le dio el día ese día, “una persona increíble, que nos estuvo alentando desde que supo que era nuestra compañera, cuando terminó la lucha tuvo unas palabras muy bonitas para nosotras, que se quedan en el corazón, eso te motiva a seguir trabajando, antes había emoción por ver a nuestros ídolos y ahora que sean nuestras compañeras, eso lo tomas como una retroalimentación que te ayuda a crecer, contenta y agradecida con nuestra madrina Tiffany”.

Llevar el legado del Valiente “es mucha responsabilidad, porque las oportunidades no nos las han regalado, a nosotras nos queda demostrar todo el tiempo que ha invertido en nosotras, en el gimnasio con la disciplina, la constancia, la dedicación, el amor y pasión por la lucha libre, es una responsabilidad muy grande, mi padre no es una persona que nos consciente, si nos tiene que corregir lo hace, tenemos que seguir mejorando y creciendo”.