Fundora frente a “Maravilla” Hernández en California.
PRENSA FUNDORA SQUAD
Tras una exitosa campaña, que comprendió combates en México y Panamá, la espectacular boxeadora estadounidense de raíces mexicana y cubana, Gabriela “Dulce Veneno” Fundora se dispone a volver a ver acción en su tierra y ante su gente.
Dispuesta a esparcir su “dulce veneno”, Gabriela Fundora se dispone a formar parte de la cartelera que ofrecerá Golden Boy, el próximo jueves 28 de julio el Fantasy Springs Event Center de Indio, California, donde se medirán a la experimentada boxeadora mexicana Lucia “Maravilla” Hernández, ocho rounds en peso mosca.
Con una marca profesional de siete combates ganados, cuatro de estos por la vía del “cloroformo puro”, sin conocer la derrota, la peleadora zurda presume triunfos en Tijuana, Puebla y Estado de México, así como en Ciudad de Panamá, donde venció por decisión unánime a la local Nataly Delgado para adjudicarse el campeonato Latino del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés), de las 112 libras de peso.
Emocionada y deseo de regresar a un encordado en su tierra y ante su gente, Gabriela Diana Fundora, alista artillería en el gimnasio ubicado en Coachela, donde es supervisada por su padre y entrenador Fredy Fundora.
“Pelear en mi tierra y ante mi gente me tiene sumamente emocionada”, explicó, al asegurar que su regreso a su nación lo hará con un sonado triunfo ante una oponente con comprobada experiencia como lo es Lucia Hernández, quien se desempeña como miembro de la policía capitalina, y ha tenido la oportunidad de enfrentar a oponente de la talla de las ex campeonas mundiales Arely Muciño y Victoria Argueta.
Otro aliciente que posee la talentosa boxeadora zurda el reciente triunfo que obtuvo su hermano Sebastian “La Torre Infernal” Fundora, ante Erickson “The Hammer” Lubin, que le permitió adjudicarse el cinturón interino WBC de peso superwelter.
“Al igual que mi hermano (Sebastian) quiero ser campeona mundial”, sentenció, y afirmó que un triunfo en su regreso a casa le permitirá catapultar su carrera rumbo a la obtención de una oportunidad para contender por el campeonato del mundo.
