Stephanie Vaquer, ejemplo de pasión y superación.
Foto: Especial.
- Yo estaría encantada de hacer pareja con Dallys.
(KSM) La chilena Stephanie Vaquer tiene claro que al ser la primera gladiadora sudamericana en la historia del Consejo Mundial de Lucha Libre, no solo es un gran logro sino también un gran compromiso, pues considera que esta en sus manos mostrar una gran calidad y así generar que las empresas de lucha libre profesional volteen a Sudamérica y le brinden una oportunidad al talento que así se encuentra.
“Mi idea es ir abriendo puertas, no solo se trata de llegar sino de mantenerse, mi idea más que de representar es que volteen a ver que en Chile hay lucha libre, hubo momentos donde la gente ni siquiera sabía dónde quedaba el país de Chile, pero quiero que volteen a ver lucha en Sudamérica, que hay calidad”, explicó.
A lo largo del tiempo que ha vivido en México “ha sido un desafío que llevo muy bien, el público me ha aceptado muchísimo mejor de lo que yo podía esperar”.
Su máxima aspiración “quizá no sería el ganar campeonatos, máscaras, cabelleras, me gustaría aprender lo más que se pueda de la lucha libre de Japón, de la lucha libre de México, de Estados Unidos, aprender lo más que se pueda y transmitirlo, y si eso trae consigo máscaras, cabelleras y campeonatos, que mejor, pero mi máxima aspiración es aprender lo más que pueda”.
El deseo de querer aprender la llevo a dejar su patria, “me voy de Chile porque allá no hay profesores profesionales como aquí, pero si no entrenas con alguien que sabe, no vas a crecer, tienes que entrenar con los grandes para poder aprender y no hay mejor escuela que en México, empecé a trabajar a los 16 años y a los 19 que ya tenía dinero me vine a México”.
Con una inspiración como la canadiense Dark Angel, “el caso más cercano es Dark Angel, me paso algo muy chistoso con ella, yo en Chile era como acompañante de luchadores (vallet), y mi nombre era Dark Angel, y no sabía que ya había una luchadora que ya tenía ese nombre, es una falta de respeto y me cambie el nombre, cuando llegue a la Arena México me la encontré, y luego en el trayout de la WWE ella era la coach, me vio y se acordó de mí, yo la veía en México porque trabajaba enfrente de donde ella vivía, la veía salir con sus cosas, bien preparada, la veía y quería ser como ella”.
Explicando que en su país la lucha libre no es profesional, “en Chile la lucha libre no es a nivel profesional, lleva muy pocos años, hay muy procos profesores, se van haciendo grupos y entre todos se ayudan, no soy profesora, espero serlo algún día. La última vez que fui a Chile fue repartido entre mi familia y el poder compartir lo poco o mucho que he aprendido con mis amigos, espero que la lucha libre se haga profesional en Chile como en México, en Japón o en otros países”.
A un año de haber llegado al CMLL “muy bien, no lo planee así, ser la primera sudamericana en llegar al Consejo Mundial de Lucha Libre, pero en Sudamérica hay mucho talento, pero también hay países donde no hay tanta lucha libre, fue mucha alegría, pero también fue mucha presión, ser la primera sudamericana fue como un sueño”.
En estos tiempos tan complicados por la pandemia “creo que la gente que tiene seguidores debe poner su granito de arena, ayudar a quien lo necesita, sabemos que no lo podemos hacer aportando dinero, pero si dando un buen ejemplo para la gente, para tus seguidores, sabemos que llegamos a mucha gente y debemos ser un buen ejemplo, sabemos que tenemos mucha publicidad y eso lo debemos de aprovechar para aportar lo mejor, entender que en este momento es una pandemia, que entre todos vamos a salir adelante”.