Disturbio me salvó la vida.
Foto: Pablo Lozano.
- Yo no me quiero morir sin ser campeón del Consejo Mundial de Lucha Libre.
(KSM) Con 16 años dentro de la lucha libre profesional y siempre con el nombre de Disturbio, es un rudo que se ha caracterizado siempre por ser una personalidad diferente, un rudo muy querido por los aficionados, quien reconoce que su personaje le salvó la vida pues tuvo una vida muy difícil, confesando que su nombre surgió del nombre de un disco que le trajo su esposa de la frontera.
“Yo tuve una vida muy disfuncional, Disturbio me salvo la vida, Disturbio me ha dado más de lo que me dio mi vida pasada, estoy muy agradecido con él y no me veo como otra cosa”, y recuerda que paso momentos complicados como “abandono de padre, mi madre dedicada a trabajar, el hijo rebelde y bastante, a raíz de eso pierdes oportunidades, pierdes trabajos, muchísimas cosas que no valoras hasta que ya no tienes salida, gracias a dios Disturbio me dio la oportunidad de salir y ser alguien en el mundo, una persona que aunque sea un granito de arena, deje algo bueno en el mundo”.
Así nació su personaje, “mi esposa fue a la frontera norte a conseguirme un disco que se me rompió que me gustaba mucho, pero no lo consiguió, me trajo uno de un grupo que se llama Disturb, lo escuche, me gustó, y lo que hice fue traducirlo y se me ocurrió que era un buen nombre de batalla, no consiguió el que quería, pero fue el que marcó mi camino, desde ahí fui siempre Disturbio, Disturbio y Disturbio”.
Pero su llegada a la lucha libre, si bien su abuelo René Lerox fue luchador de los años treinta y luego su señor padre Rey Ajedrez, fue su esposa la Princesa Dorada, quien lo convenció de entrenar en la Arena México y hacerse luchador.
El comienzo fue desde abajo, “recuerdo que me tocaron las luchas de regalo en la Arena Coliseo, que el profe Beristaín me llevara a la Arena Neza a ganarme mi lugar, el venir aquí (CMLL) y ganarme mi lugar, tuve mi prueba aquí con Fabián el Gitano (QEPD) y me dio una arrastrada enfrente del patrón (Paco Alonso QEPD), he tenido tropiezos y nada se me ha regalado, pero también se me han dado oportunidades y las he sabido aprovechar”.
Aunque muchos sueñan con ser un ídolo enmascarado, pero en su caso “una vez probé con una máscara, pero no me gustó, me estorba, me da vergüenza, me siento ridículo, honestamente me siento ridículo, me siento como una persona ridícula usando máscara, es mi sentir y respeto”.
En su personal punto de vista, le gusta ser reconocido por su entrega arriba del ring, “si me dedico a ser luchador es porque me gusta que sepan lo que hago, quiero que sepan quién soy, no me voy a poner una máscara para esconderme, al contrario, quiero que me reconozcan por lo que hago y a lo que me dedico”.
Por su trabajo, ha sido objeto de muchas muestras de cariño de parte de la gente, “a mí me gusta, para eso entrené, para eso nací y me agrada que digan ahí va el luchador”.
“Creo que el cariño de la gente así te lo demuestra, cuando la gente sabe que eres un luchador respetable y sabe que realmente entregas tu vida arriba del ring te lo agradece de esa manera, con atenciones, si se tiene ese tipo de privilegios al no usar máscara”, concluyó.